Es hora de reducir drásticamente la producción de plásticos
Una vez producidos, los plásticos son incontrolables. Tenemos 70 años de pruebas de que incluso la gestión de residuos más intensa no detendrá la marea de contaminación por plásticos a menos que vaya acompañada de recortes significativos en la producción. Para abordar la crisis planetaria de la contaminación por plásticos no hay que preguntarse cuánto más se puede contaminar, sino qué medidas de reducción son necesarias para invertir la crisis y disminuir la deuda global de toxicidad del plástico, los daños a la biodiversidad, la salud humana y su importante contribución a la crisis climática.
Con los plásticos, la sociedad está sumida en una adicción innecesaria e incontrolable, una adicción que está dañando la salud humana, de los ecosistemas y del planeta. Los planes de la industria del plástico de duplicar y triplicar la producción de plásticos en las próximas tres décadas intensificarán nuestras múltiples crisis ecológicas. También empeorará las injusticias medioambientales asociadas a cada etapa del ciclo de daños de los plásticos, mientras encierra a un número creciente de personas marginadas en una rutina tóxica de ocupaciones mal pagadas y peligrosas.
Un estudio científico ha establecido que incluso los mejores esfuerzos para gestionar los residuos plásticos no conseguirán frenar la acumulación de plásticos en el medio ambiente mientras siga aumentando la producción. El aumento actual y previsto de la capacidad de producción significará que los residuos plásticos que lleguen a los océanos del mundo casi se triplicarán hasta alcanzar los 53 millones de toneladas en 2030, incluso en el escenario más ambicioso de gestión de residuos (Lau et al., 2020). No hay espacio para más plásticos en el medio ambiente a nivel global, lo que ya hay está causando daños significativos y traspasando los límites planetarios.
Los múltiples perjuicios de los plásticos al clima, la biodiversidad, la salud humana y la justicia
1er perjuicio – El clima: La industria del plástico emite 850 millones de toneladas de CO2eq al año. Esto es más que las emisiones combinadas de todas las pequeñas naciones insulares que se enfrentan a la peor parte tanto de la contaminación por plásticos como del cambio climático. Si se permite que la capacidad de producción aumente según lo previsto, las emisiones aumentarán a 1.340 millones de toneladas para el año 2030 y a 5.600 millones de toneladas acumulativamente para el 2050 (CIEL, 2019). Estas emisiones anuales combinadas previstas para 2050 son superiores a las emisiones combinadas de todas las naciones del continente africano y a las emisiones de Estados Unidos (con 1.450 millones y 5.000 millones de toneladas respectivamente, según Global Change Data Lab, 2023).
2do perjuicio – Captura de carbono: El plástico perjudica la capacidad de los océanos, el sumidero de carbono más importante de la Tierra, para secuestrar carbono. A medida que la basura plástica se descompone, las partículas nanoplásticas liberadas en el medio marino y costero comprometerán la capacidad de los «ecosistemas de carbono azul» (marismas, manglares, praderas marinas, plancton oceánico) y del zooplancton para secuestrar carbono. Si el sumidero de carbono oceánico se ve perturbado por los plásticos, «podría liberar a la atmósfera una cantidad desproporcionada de carbono acumulado y obstaculizar los objetivos climáticos mundiales» (Adyel & Macreadie, 2022; Shen et al., 2020). La captura de carbono no se limita a los océanos, el suelo también desempeña un papel vital. Se ha demostrado que los microplásticos dañan la salud del suelo, actúan como vector de sustancias químicas tóxicas en el suelo, dañan los microbios del suelo y afectan al crecimiento de las plantas (Sajjad et al., 2022).
3er perjuicio – Justicia: La capacidad de gestión de residuos no puede seguir el ritmo de la expansión de la producción de plásticos propuesta (Borrelle et al., 2020). Los países de renta baja y media-baja tendrían que invertir ingentes cantidades de dinero para gestionar los plásticos, dinero que podría emplearse en mejorar directamente la calidad de vida de sus ciudadanos y en la transición de sus economías fuera de los combustibles fósiles. Estos países también soportan una carga desproporcionada del comercio mundial de residuos procedentes de los países del norte global.
4to perjuicio – Biodiversidad: A medida que los plásticos acaban en los medios terrestres y marinos, representan una amenaza directa para la fauna que se enreda en los detritus plásticos o los confunde con presas o alimentos. Los microplásticos están presentes en toda la cadena alimentaria a medida que son consumidos por los animales y se bioacumulan, exponiendo a los animales y potencialmente a los seres humanos a los aditivos químicos nocivos asociados a ellos (Miller et al., 2020).
5to perjuicio – Salud humana: La producción y el uso de plásticos tienen consecuencias profundas e incalculables para la salud humana. Los componentes básicos de los materiales plásticos incluyen miles de aditivos y productos químicos tóxicos y nocivos. Las comunidades, los trabajadores informales, los recicladores y los consumidores de productos plásticos están inevitablemente expuestos a estas sustancias químicas y aditivos tóxicos que se desprenden de los plásticos durante su uso o se liberan durante su reciclado y eliminación. Las sustancias asociadas a los plásticos pueden alterar las funciones endocrinas (hormonales), provocar diversos tipos de cáncer, perjudicar el funcionamiento de órganos, suprimir el sistema inmunitario y perturbar el desarrollo de niños y fetos.
6to perjuicio – Derechos humanos: La contaminación por plásticos es una cuestión de derechos humanos y justicia social que afecta especialmente a las poblaciones con rentas más bajas, los pueblos indígenas, las personas de color, las comunidades rurales y costeras, las mujeres y los niños, y las comunidades de todo el sur global. Estas personas soportan los costes desiguales de la contaminación, los residuos y la producción de plástico, y a menudo son las que tienen menos acceso a los recursos para hacer frente a los impactos de esta contaminación.
Los plásticos han contribuido a sobrepasar los principales límites planetarios (cambio climático e integridad de la biosfera), y ya están sobrepasando un límite propio en la categoría de «nuevas entidades». Para ser consideradas como un límite planetario, las nuevas entidades (contaminantes) deben estar circulando a escala planetaria, ser prácticamente irrecuperables tras su liberación al medio ambiente y suponer una amenaza para el funcionamiento del sistema terrestre. Los plásticos cumplen con estas condiciones.
«. …nos encontramos ahora en una zona de superación del límite planetario para nuevas entidades . Además, aunque estabilizásemos o redujésemos la producción y las emisiones, los efectos…seguirán siendo una amenaza debido a la persistencia de muchas nuevas entidades. Por lo tanto, concluimos que los aumentos en la producción y liberación de nuevas entidades no son consistentes con mantener a la humanidad dentro del espacio operativo seguro, a la luz de la capacidad global de gestión.» (Persson et al., 2022)
Este es un manifiesto por un futuro libre de contaminación plástica. Si no se reducen drástica y profundamente la producción de plásticos, se intensificarán los perjuicios contra el clima, la salud y la justicia humanas, la biodiversidad y la integridad del planeta para sustentar y mantener la vida.
Los líderes mundiales tienen una oportunidad única de curar al mundo de esta adicción con un tratado mundial sobre los plásticos que aborde la raíz del problema.
Como firmantes de este manifiesto, exigimos un tratado que reduzca significativamente la producción de plásticos, fomente los sistemas de reutilización para liberarnos de los plásticos de un solo uso y reivindique nuestros derechos a vivir en un planeta seguro y que sustente la vida.
Firma el manifiesto aquí*
* Nota: El formulario se encuentra en inglés. Puede encontrar las preguntas en español a continuación:
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Fuente: Break Free From Plastic